En los países donde predomina el clima tropical,
es prácticamente inevitable la exposición al sol, y si hablamos de las personas
que realizan sus actividades la mayor parte del día al aire libre o a las que
les gusta visitar con frecuencia la playa, nos referimos entones a una
exposición prolongada al sol. En su mayoría se toma sólo en cuenta el cuidado
de la piel recomendando el uso de protector solar, lo cual es importante, sin
embargo otro factor que se debe considerar es el cuidado de los ojos.
La
exposición prolongada al sol sin ninguna protección puede tener malas
consecuencias ya que cada hora eleva en un 4% el riesgo de desarrollar
alteraciones en la estructura del cristalino y pueden provocar complicaciones
en la retina y la córnea.
Las radiaciones ultra violetas tienen un efecto
acumulativo que en un mediano o largo plazo pueden provocar mala visión
progresiva, problemas en los foto receptores o degeneraciones maculares.
El
grado de infiltración también debe tomarse en cuenta, el cual para las
actividades cotidianas debe estar entre 1-3, ya que 4 corresponde a una
reflexión de la luz solar mayor que es más común en deportes de agua o alta
montaña. De acuerdo a esto debemos tomar las previsiones correspondientes, y la
más común y que la mayoría ya lo hace sin saber su importancia, es la
utilización de los lentes de sol con protección UV.
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